En febrero celebramos el primer aniversario de la Escuelita para la Vida, festejamos la alegría del camino andado.
La semilla que es la Escuelita para la Vida empieza a germinar, queremos verla crecer y dar frutos, creemos que con amor, cuidado y respeto puede ser posible.
Agradecemos la participación de las familias de Tzimol que nos acompañaron a la celebración. Agradecemos también a los maravillosos Los Cuentos de Don Antioco que nos invitaron a imaginar, reír y jugar.